
Beneficios del mindfulness y cómo practicarlo
El mindfulness, o atención plena está de moda, pero más allá de las tendencias, existen muchas investigaciones científicas que apoyan muchos beneficios del midfulness para la salud física y mental. Te cuento algunos…
¿Cuáles son los principales beneficios del mindfulness?
- Reducción del estrés. Practicar regularmente la atención plena puede reducir significativamente los niveles de estrés percibido y fisiológico, incrementando la salud general y el bienestar.
- Mejora de la salud mental. Ayuda a reducir los síntomas de ansiedad, depresión y otros trastornos mentales. Algunos programas basados en mindfulnes han demostrado ser igual de efectivos, e incluso más, que algunas terapias tradicionales.
- Incrementa la capacidad de atención y concentración, por lo que serás más capaz de concentrarte en tareas específicas, mejorando ámbitos de tu vida, como el laboral, el académico y el personal.
- Reducción del dolor crónico. Se ha demostrado que el mindfulness funciona para gestionar el dolor crónico, cambiando la percepción del dolor y aumentando su tolerancia.
- Mejora la calidad del sueño. Pudiendo ayudar a conciliarlo mejor, aumentando su calidad general.
- Regulación emocional. Puede ayudarte a reconocer tus emociones, a regularlas, y por eso a ser más estable emocionalmente, mejorando las relaciones con otras personas.
- Cambios en la estructura cerebral. Las investigaciones con imágenes cerebrales muestran cambios en la estructura y funcionalidad cerebrales en las personas que practican regularmente la atención plena: áreas como la atención, la memoria y la regulación emocional.
Iniciación al mindfulness
Te doy algunos tipos para iniciarte en la atención plena y empezar a beneficiarte de los beneficios del mindfulness:
- Empieza a meditar todos los días. Unos minutos, los que puedas, pero comprometerte a que sean éstos al menos. Todos los días. Y comienza con meditaciones cortas, que vayan aumentando con el tiempo. Verás que en unos días tu mente irá calmándose y tu conciencia del presente aumentará.
- Respira conscientemente. Durante el día, detente y toma conciencia de tu respiración. Inhala y exhala profundamente, sintiendo el aire en tus fundiciones nasales, llenando tus pulmones… ayuda a reducir el estrés ya focalizarte en el ahora.
- Observa tus pensamientos sin juicio. Observa. Déjales pasar como pasan las nubes por el cielo. Sin intentar cambiarlos. Ni dejarte arrastrar por ellos dentro del bucle que crea tu mente.
- Realiza las actividades con plena atención, en lugar de ir con el piloto automático, camina como si fueras una turista en tu recorrido habitual. Céntrate en las sensaciones al lavar los platos. Sin presas, al tender la ropa, o al subir por una escalera. Trate de tener conciencia de cada detalle.
- Reduce móvil, redes sociales y tiempo de ordenador no necesario. Establece franjas horarias concretas para ello, dejando el resto de tiempo para conectar con el aquí y ahora.
- Practica la gratitud. Dedica un momento del día, por ejemplo por la noche, en el que en lugar de mirar redes sociales como una zombi te centres en todo aquello por lo que hoy deberías dar gracias. Lo puedes escribir, o simplemente realizar un recorrido mental.
¿Cuándo experimentaré los beneficios del mindfulness?
Practicar mindfulness es una inversión a medio plazo. Necesitas tiempo, constancia, y los verdaderos beneficios del mindfulness los observarás en un tiempo. Es probable que a corto plazo incluso (si estás con un alto nivel de estrés), de entrada sientas que te perjudica más que te beneficia pues te sentirás incómoda, nerviosa o impaciente. No te preocupes, es normal y adecuado y forma parte del proceso. No postergas, comienza hoy. El mañana no existe…
Namásté.